Manos que me acariciaban
Manos suaves y firmes
Que vigilaban mis sueños
En una infancia tranquila.
Manos rectas,
Manos limpias,
Llevabas tu hogar
Con paz y armonía
Ahora cansadas,
Tus manos arrugadas
Siguen siendo dulces,
Siguen siendo mías.
Siguen siendo tuyas,
Pero las necesito todavía.
Esas manos suaves,
Manos que me acariciaban.
15 comentarios:
Que preciosidad las manos de una madre que con los años ya cansadas y aún no las siguen dando para abrazarnos, para admirarnos, para cuando decaigamos en tristezas y también en alegrías.
Las manos de una madre no necesitan palabras todo lo que tocan lo vuelven sentimiento.
Me encanto esto un abrazo
Emilio, un hermoso homenaje a las madres en general, me resultó, aunque seguramente tu musa fue una sola. Precioso poema.
Cariños!
Pues si las manos
de una madre
tendrian que ser
lo mas valioso
en cada ser humano
para tener esa sensacion
toda la vida de tener
proteccion mas alla de la fisica
solo que algunas veces
lo que sucede es todo
lo contrario.
Felicito a quien disfrute
esa sensacion de proteccion
Esas manos muchas veces son las grandes olvidadas, la que hemos tenido siempre, y nos han ayudado a seguir por el camino de la vida.
¿Pero por que tantas veces las olvidamos?
Las manos de una madre, únicas, imprescindibles...Tantas y tantas veces reconfortando, madre, única.... Con el paso del tiempo he tenido la suerte de haberme dado cuenta de lo que valen, y la suerte de disfrutarlas.
Como siempre, me has tocado la fibra. Gracias Emilio, precioso poema;) Abrazo
Emilio, ¡¡¡cuantos recuerdos!!!
Mi madre ya se fué...me he emocionado con tu poesia...¡¡¡preciosa y tierna!!!
Muy emotivo, afortunado tú por tenerla y afortunada ella por tenerte.
Besinos.
Qué bonito poema!!! las manos de una madre, siempre serán suaves... y únicas.
Un beso!!
Bellísimo poema lleno de ternura y amor.
Espero que le leas el poema a tu madre,le encantará.
Eres afortunado de tener la madre que tienes y ella, afortunada del hijo que parió.
Besitos.
¡ Cuánta sensibilidad y ternura hay en este poema !
Manos siempre abiertas al abrazo, a la caricia, al apoyo, a la protección. Manos hermosas, las de una madre.
Te felicito.
La ternura sin reparos y el calor inextinguible de las manos de una madre...Nada más bello, nada más diáfano, nada más honesto, que un poema que fluye como un manantial de frescas sonrisas; así son tus palabras, Emilio.
Un abrazo.
Emilio que belleza,que delicadeza que sentimiento mas puro.Es un poema con la marca del cariño eterno.Y esa fografia que lo dice todo. Me levanto para aplaudirte mi amigo. Un beso grande
Gracias a todos, estamos ahí de acuerdo, lo importantes que son o han sido las madres en nuestras vidas...
Un abrazo de mis manos amistosas para todos.
Belleza y ternura en tu dedicatoria, siempre el escribir a las madres es algo que honra al hijo y orgullecé a la madre.
Gracias por tu visita a mi blog, el tuyo me ha superado y con tu permiso voy a seguirlo muy de cerca.
Saludos.
No sabía donde dejarte un comentario y cuando vi estas manos y tu poema, aquí me quedé; con tu bloc y tus palabras.
Saludos.
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